Crónica de la marcha del 26 de septiembre

Y UN AÑO DESPUÉS “NI LA LLUVIA, NI PEÑA, DETENDRÁN AL MOVIMIENTO”

Jenaro Villamil. / Proceso. 26 de septiembre de 2015.marcha 1

Afluentes de muchas causas, sindicatos, universidades, organizaciones civiles, ciudadanos confluyeron desde el mediodía en la avenida Reforma en una tarde sabatina nublada. Es el primer año de la tragedia de Iguala. Es la primera gran marcha de la indignación en contra de la “mentira histórica” del gobierno de Peña Nieto.

Ya no se trata sólo de pedir justicia, sino de “ajustar cuentas” con la administración federal que en los últimos meses perdió todo su capital político frente a la incansable movilización de los padres de los normalistas de Ayotzinapa.angel

Todos esperamos desde las distintas glorietas y monumentos, de la Estela de Luz hasta el Ángel de la Independencia, al contingente de los héroes cívicos de este primer año trágico: los invencibles padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa que marchan desde Los Pinos con sus 43 rostros y miles de carteles con una tortuga que nos mira, el símbolo de esta manifestación.

Causa de causas, Ayotzinapa se ha convertido en el crisol no sólo de un grito constante “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, sino también del enorme descontento que marcha en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto.por el dolor

Al Ángel de la Independencia llegaron con sus machetes y encabezados por Ignacio del Valle los ejidatarios de San Salvador Atenco. Ellos saben, desde mayo de 2006, de qué tamaño es la represión y la impunidad del peñismo.

También decenas de organizaciones sindicales, desde el SME hasta los telefonistas, el STUNAM, y los estudiantes de universidades privadas, de los CCH de Vallejo, Naucalpan, Azcapotzalco, de las facultades de Economía, Políticas, FES Acatlán, FES Aragón, de la escuela Carlos Septién, cuyos alumnos marchan y, al mismo tiempo, entrevistan, quieren captar el momento intenso de esta jornada.Nayarit

Inseparable con su cámara, el documentalista Epigmenio Ibarra transmite en vivo y convoca, una vez más, al “pase de lista” de los 43 desaparecidos que él ha realizado con inquebrantable fidelidad todos los días en su cuenta de Twitter.

Elena Poniatowska, la cronista de nuestras grandes tragedias nacionales, marcha portando una pancarta que dice: “Hoy el cielo llora, mañana la Luna sangra. En la tierra 43 semillas crecen. Serán el sol de la justicia”. Le aplauden, la saludan, la quieren los capitalinos que desde el 68 hasta ahora no habían repetido tanto las consignas contra el Estado represor como en los tiempos del peñismo.elenita

Al filo de las 13:00 horas, el contingente de los padres de familia, fuertemente acordonado, llega a la Glorieta de la Diana, mientras a unos 300 metros, en la Glorieta del Ángel, el conteo del 1 al 43, con el grito de “¡Justicia!” retumba en la avenida.

La lluvia amenaza, pero miles de capitalinos no dejan de llegar para sumarse a la marcha. Muchos recuerdan a los más de 50 mil ciudadanos que protagonizaron la manifestación de las veladoras, aquella noche del 20 de noviembre de 2014, cuando en la plancha del Zócalo capitalino una enorme imagen de veladoras sintetizó el sentir de todos: “Fue el Estado”.Angel 2

En esta concentración hay menos ciudadanos, más indignación y menos temor ante los grupos de anarquistas o simples provocadores que fueron aislados por los cuerpos policiacos.

En el cruce de avenida 5 de Mayo y el Eje Central, a unas cuadras del Zócalo, un grupo de encapuchados lanzó objetos y bombas de humo contra elementos de la Secretaría de Seguridad Pública. La respuesta inmediata de los contingentes fue “No violencia, no violencia”.

Otros encapuchados arrojaron petardos y pinturas contra la sede del Senado de la República, en el cruce de Insurgentes y Reforma, pero fueron repelidos muy pronto por granaderos y elementos de la Policía capitalina.

zocalo“Ni la lluvia ni el viento detendrán el movimiento”

Desde las 15 horas, la llovizna se transformó en fría lluvia que bañó a la mayoría de los participantes de la marcha. Pero las consignas no cesaron: “ni la lluvia ni el viento detendrán el movimiento”.

En el Hemiciclo a Juárez, una instalación con fotos de los 43 jóvenes normalistas y la imagen del Palacio Nacional en una réplica de cartón es la síntesis de lo que está sucediendo en el Distrito Federal y en varias ciudades del país: Ayotzinapa atrapó el corazón político del país.

“Ni la lluvia, ni Peña Nieto, detendrán al movimiento”, remedan algunos integrantes del contingente de los telefonistas. En la plancha del Zócalo continuaron llegando los contingentes de estudiantes, activistas, familias enteras, mientras en la tarima Felipe de la Cruz, vocero de los padres, advirtió que “la mentira histórica fue hecha pedazos por la verdad científica”.padres

“Peña Nieto se volvió a equivocar: vamos a ajustar cuentas contra él y contra sus funcionarios”, advirtió De la Cruz. Y se volvió a escuchar la consigna: “Fuera Peña, Fuera Peña”. “Peña acabará en la cárcel”, remató De la Cruz.

Para mediados de octubre, el movimiento de los padres convocó a una convención en Ayotzinapa. Ya no sólo piden encontrar a sus 43 hijos, hacer justicia contra los responsables de la tragedia sino también revocar el mandato del gobierno peñista.padres 2

Consulta sobre Ayotzinapa

Consulta sobre Ayotzinapa

Estimados maestros y amigos de la CNTE por medio de esta carta solicitamos  a ustedes su apoyo  y participación en ésta Consulta que estamos realizando en la página electrónica del diario La Jornada, en torno a la tragedia que ha envuelto  a nuestro país, formando parte del escenario de violencia e impunidad en la que hemos estado viviendo, como resultado de una secuela de regímenes autoritarios,  que han sumido al país en una situación en la que la muerte y las desapariciones son hechos cotidianos que no podemos, ni debemos aceptar.

En La Jornada,  hemos buscado acercarnos a la verdad  de lo que sucede en nuestro país y en el mundo, mediante reportajes y noticias oportunas y relevantes,  siendo nuestros artículos de opinión un referente del pensamiento nacional,   abriéndonos a presentar la opinión de los lectores como un complemento importante de nuestra información. Ahora al incluir esta nueva sección de consultas,  abiertas  a todos aquellos que quieran participar en ellas, deseamos  contribuir a la democratización del país, dándole voz para comunicar su visión respecto a diferentes temas de interés, que como el  del crimen de Ayotzinapa, constituyen el centro de atención en espera de una respuesta por parte del Presidente de la República, a los padres de los estudiantes desaparecidos y a la nación entera, la cual una vez conocida será motivo de sentimientos y visiones que esperamos satisfactorias, pero que pueden también ser  de enojo e indignación, por parte de un amplio sector del pueblo de México.

Muchos temas existen hoy en la conciencia colectiva del país, incluyendo el crimen cometido contra los niños y niñas de la Guardería ABC  de Sonora, así como los derrames venenosos, ocurridos en Cananea, por parte de la empresa minera, responsable impune también de la tragedia de Pasta de Conchos en Coahuila, la cual costó la vida de un grupo importante de  sus trabajadores. De igual importancia son los temas de las privatizaciones de la energía y del petróleo, así como las del agua, de la salud y de la educación, temas que estaremos poniendo a consulta,  sabiendo que  el gobierno pretenda negarlas y manifestar que todo ello redundará en el bien del país.

Llevar estos temas a su discusión mediante Consultas Nacionales, habrá de constituir un paso firme  en el rescate de los derechos y poderes del pueblo mexicano, establecidos con claridad  en el artículo 39 de la Constitución de 1917, que a la letra dice:

Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Por ello te invitamos desde ahora  a promover este derecho entre los los maestros y ciudadanos del Pueblo de México, invitándolos a dar su opinión sobre este tema convertido hoy en la semilla de la lucha que por décadas y siglos ha mantenido a nuestro país contra la opresión y el autoritarismo, pidiéndote también que hagas correr la voz para que muchos otros se sumen a este esfuerzo colectivo,  que es esencial para el cambio que nuestro país necesita, un cambio pacífico para lograr que la Constitución deje de ser letra muerta para quienes tienen la responsabilidad de conducir a la nación, obedeciendo las leyes,  haciéndolas cumplir y velando por el bienestar de la sociedad.

Atentamente Enrique Calderón Alzati

Dirección electrónica en la jornada que los lleva directamente a la consulta.

http://consultas.jornada.com.mx/

¡VIVOS SE LOS LLEVARON!

LOS FAMILIARES DE LOS 43

Luis Hernández Navarro / La Jornada 22 septiembre 2015

papas de Jhosivani

El retrato de Jhosivani Guerrero de la Cruz está pintado en las paredes exteriores de la escuela telescundaria de Omeapa, a unos cuantos metros de su casa. Junto a él están los rostros de otros dos amigos suyos del pueblo. Crecieron juntos y estudiaron juntos. Juntos entraron a la normal rural de Ayotzinapa. Juntos los desaparecieron.

Omeapa se encuentra a unos 15 minutos en coche de Tixtla de Guerrero, la cabecera del municipio. Tiene poco menos de 400 habitantes, algunos de los cuales aún hablan alguna lengua indígena. Viven en 90 viviendas modestas, muchas con piso de tierra. Más de 40 de ellos, mayores de 15 años, no saben leer ni escribir.

Jhosivani es el menor de siete hermanos de una familia dedicada a la agricultura. De niño le gustaba jugar con carros. Sus familiares aseguran que es un pequeño genio en potencia. Antes de entrar a la normal se la pasaba inventando todo tipo de instrumentos. Quería ser químico, pero ir a la universidad resultó imposible. Sus padres conservan su cuarto tal como él lo tenía antes del trágico 26 de septiembre. Allí están los alambres que utilizaba en sus creaciones.

Sus papás primero lo llamaron Efraín, pero el nombre no se acomodó a él. Después de varios intentos, lo nombraron Jhosivani. De cara espigada, sus compañeros lo apodan el coreano. Cuando lo desaparecieron tenía 20 años. Él entró a la normal para tener una profesión, salir adelante y ayudar a su comunidad.

El pasado 16 de septiembre, Arely Gómez, la procuradora general de la República, declaró que expertos forenses de la Universidad de Innsbruck, en Austria, concluyeron que había una probabilidad de 72 a 1 de que un fragmento de hueso analizado por ellos perteneciera a alguien relacionado (genéticamente) con la madre del estudiante. Los restos fueron encontrados en una bolsa que, según los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), fue descubierta sin seguir los pasos establecidos en la cadena de custodia. Con absoluta falta de sensibilidad, en lugar de que la procuradora informara primero a los familiares de Jhosivani del hallazgo y sus conclusiones, la funcionaria lo dio a conocer a la opinión pública.

Los integrantes de la EAAF dieron a la versión de la procuradora un inusual varapalo, aclarando que lo que la investigación de Innsbruck sobre los restos concluyó es que hay indicios, pero no certezas (http://goo.gl/3Fa3OS).

Anayeli, la hermana de Jhosivani, piensa que, después de tantas mentiras que les ha dicho el gobierno sobre los muchachos desaparecidos, es difícil que lo que ahora dice sea cierto. Ella; su esposo, Pedro Juárez; su papá, Margarito –al que llaman don Benito–, y su mamá, doña Martina, han buscado incansablemente al muchacho.

Al principio le angustió informar a su madre, muy delicada de salud por tanto penar, de las nuevas afirmaciones de los funcionarios. Profundamente consternada, dijo: Sólo nos resta esperar y confiar en Dios. ¡Es un dolor profundo y una angustia muy grande la que estoy viviendo por mi hermanito en estos momentos! Y cuando finalmente doña Martina se enteró de la noticia, no le creyó al gobierno.

Para la familia Guerrero de la Cruz y para el resto de los parientes de los 43 desaparecidos, la vida cambió drásticamente la noche del 26 de septiembre. La búsqueda de sus muchachos se ha convertido en el centro de su existencia. Todo cambió. Ya nada es igual para ellos.

Muchos familiares se han trasladado a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Sus días y sus noches trascurren dentro de sus instalaciones. Allí duermen, comen, se asean, se informan, se organizan, se encuentran con grupos solidarios. Desde allí pueden afrontar los nuevos retos que tienen por delante, saber qué está sucediendo, mantener la búsqueda de sus seres queridos, partir a sus comisiones y encuentros.

No son pocos quienes han tenido que dejar atrás cosechas, el cuidado de animales o la preparación de la tierra para nuevas siembras. Otros han perdido sus empleos. Los trabajos de mantenimiento de predios y viviendas se han abandonado. La dinámica familiar se ha alterado profundamente. Hay familias cuyos integrantes se rotan para asistir a reuniones y marchas.

Al ponerse en movimiento como comunidad organizada les cumplen a sus hijos. No les ha importado la distancia que hay entre sus casas y la escuela ni su salud ni su precariedad económica. Lo central en sus vidas es buscar a sus hijos. Es una urgencia que no permite pausa ni descanso. Con ellos sueñan, sobre ellos piensan, con ellos hablan, a ellos dedican sus recuerdos, con ellos sienten.

Entre los familiares de los desaparecidos se han tejido redes de solidaridad y lazos de afecto capaces de resistir la adversidad y la desesperanza. Un año juntos, unidos por una tragedia común, los ha templado como colectivo y les ha permitido enfrentar la diversidad natural de sus puntos de vista.

Del gobierno, los familiares no esperan nada. Las autoridades los han engañado, les han transmitido falsas expectativas sobre el paradero de sus hijos, les han incumplido una promesa tras otra. Varios funcionarios los ha insultado tratando de sobornarlos, dividirlos y desprestigiarlos. Las versiones oficiales distorsionando y falseando los hechos y la utilización del poder mediático a su servicio para propagarlos han generado enorme frustración y desconfianza. Una y otra vez, la respuesta a su exigencia de verdad y justicia ha sido la represión.

Cuando este 24 de septiembre, a casi un año de la tragedia, los padres de los 43 de Ayotzinapa se encuentren nuevamente con el presidente Enrique Peña Nieto, lo harán con enorme desconfianza, sospecha y enojo.

Doña Martina, la mamá de Jhosivani, cuenta: Me siento mal al no tener a mi hijo cerca de mí. Lo quiero mucho. Él sabe que donde quiera que esté lo voy a buscar. Lo quiero de regreso conmigo. Se lo llevaron vivo y vivo lo quiero de regreso. De muchas otras maneras, el resto de padres, madres y parientes de los desaparecidos dicen lo mismo. A eso van a la reunión con el Presidente: a exigirle la presentación con vida de sus muchachos.